jueves, 19 de enero de 2012

FILMOTECA VASCA, historia escrita a través del cine


Películas en todos los formatos, salas técnica y de digitalizado, de recuperación de viejas cintas, cabinas de proyección, de visionado y consulta acompañan a una biblioteca-archivo de todo el material gráfico que constituye la memoria audiovisual de Euskal Herria. Es la Filmoteca Vasca, la primera de las llamadas filmotecas autonómicas, la que acapara una parte importante de la identidad vasca. Un tesoro sólo desdibujado por su envoltorio, un reducido búnker en la trasera del número 17 de la calle Sancho el Sabio de San Sebastián, frente al río Urumea.

Descubrir sus contenidos sorprende a propios y extraños, pero si su hallazgo llega de la mano de quien durante años fue su director, Peio Aldazabal, a estas alturas relevado en sus cometidos por el joven Joxean Fernández, la revelación adquiere categoría de hito. Nadie mejor que él para desentrañar los fondos de una Filmoteca que ha crecido de forma exponencial durante sus más de 33 años de vida, desde que fuera fundada en mayo del 78, hasta superar los 6 millones de metros de película en la actualidad.

Peio Aldazabal
Películas en formato cine, de 8mm, Super 8mm, 35mm… y vídeo completan los fondos de unas instalaciones cuyos objetivos siguen siendo los mismos que cuando tomaron vida: la investigación, recuperación, archivo y conservación siguiendo las normas dictadas por los organismos internacionales especializados, y exhibición de películas o audiovisuales de interés para el estudio del cine en general y del cine vasco en particular, además de reunir y custodiar la documentación y material técnico cuya conservación se estime conveniente desde un punto de vista cultural o histórico.

Tareas diarias que esculpen una filosofía donde la prestación de servicios cumple una faceta importante de sus quehaceres diarios. Divulgación que ha permitido a la UPV, a sus estudiantes de Periodismo, compartir revelaciones y descubrimientos de la mano de Aldazabal en torno al celuloide. A una película que habla mucho de números, de claves internas, de temperaturas óptimas de almacenamiento, de porcentajes de humedad, años de conservación, de tiempos y kilómetros de material, pero sobre todo de formas de vida, de la idiosincrasia del Pueblo Vasco, de su desarrollo socioeconómico, político y cultural. Es la historia que se escribe a través del cine, de un cine que cuando es familiar, el que conocemos como 8mm y Super 8mm, adquiere especial significación por toda la información que de él emana.

La Filmoteca Vasca es cita ineludible para cualquier persona que se mueva en el ámbito de la comunicación. Un tesoro que lo mismo sorprende con fondos marcados con el sello de los Lumière, como con un `Don Quijote´ coproducido por la Unión Soviética y Euskal Telebista, un telecine valorado en 60 millones, un tomavistas de 1912, o la película del primer partido disputado en San Mamés, amén de Nodos, una restauración digital de la primera película en color, de 1955, `San Sebastián, novia de España´, la interesante `Otxarkuaga´... Un suma y sigue para una institución que quiere ser algo más que un archivo, que pretende salir de sus cuatro paredes para dar a conocer al público sus contenidos y actividad.




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